Bien, escuche que
existe una caricatura que no fue distribuida nunca, ni siquiera para los fans más
apasionados de Mickey Mouse. De acuerdo a la mayoría de las fuentes, esta
caricatura no tiene nada de especial. Simplemente es un loop continuo de
Mickey, caminando a través de 6 edificios, por unos 2 o 3 minutos antes de
obscurecerse y terminar con la animación (más o menos como en los Pica piedra).
A diferencia de las musiquitas alegres de siempre, la canción de esta
caricatura, no era una canción para nada. Simplemente era como si golpearan el
piano por minuto y medio antes de que se convirtiera en ruido blanco, nieve,
por el resto del film. Y este, no era el alegre y viejo Mickey que amamos
tampoco, Mickey no estaba bailando, ni siquiera sonriendo. Simplemente
caminando, como si tú o yo estuviéramos caminando, con una expresión facial,
muy… normal. Pero por alguna razón, su cara estaba girada hacia la izquierda,
como teniendo una mirada sombría.
Hasta hace uno o,
dos años todos creían que después de que se obscurecía la escena, terminaba la
caricatura. Pero cuando Leonard Martín la estaba revisando, para ponerla como
un bonus en el DVD, Leonard decidió que esto era simplemente basura, como para
ponerla en el DVD. Sin embargo, quería tener una copia digital por el simple
hecho de ser una obra de Walt. Cuando digitalizo la caricatura en su
computadora, se dio cuenta de algo; La caricatura duraba de hecho, 9 minutos y
4 segundos. Esto es lo que me dijo mi fuente (El es un asistente personal del
mismísimo Sr. Martín).
Después de desvanecerse en negro, se queda así
hasta el minuto seis. Después, regresa a Mickey caminando. El sonido era
diferente esta vez. Era como un murmullo. No era una lengua, sino más bien como
un grito gutural. Mientras el ruido se hace más indistinguible y fuerte en el
siguiente minuto, la imagen se empieza a descomponer. La banqueta empieza a ir
en direcciones que parecen imposibles basándonos en el caminado de Mickey. La
sombría cara del ratón, lentamente se convierte en una sombría sonrisa. En el
minuto siete, los murmullos se convierten en unos gritos escalofriantes (de
esos que te duelen solo al escucharlos), y la imagen se pone más obscura. Con
colores que no eran posibles en esa época. La cara de Mickey, entonces,
comenzaba a derrumbarse. Sus ojos rodaban hacia el fondo de su barbilla, como
dos canicas, y su extraña sonrisa apuntaba hacia arriba, al lado izquierdo de
su cara. Los edificios se convertían en escombros flotando en el aire, y la
acera seguía en direcciones imposibles, navegando en direcciones extrañas.
El Sr. Martín
quedo perturbado con esto, y dejo la habitación, enviando a un empleado para
que terminara de ver el vídeo y tomara notas de todo lo que pasaba , hasta el
último segundo, y para que después, guardara el disco de la caricatura en la
caja fuerte.
Resulta que al
final del vídeo, después de un grito gutural, el filme termina de manera
abrupta con la cara de Mickey en los créditos, con lo que sonaba como una caja
musical rota tocando en el fondo. Esto pasa por mas o menos, unos 30 segundos,
y sea lo que sea que pase en ese tiempo, nadie ha podido darme ni un poco de
información.
Un guardia de seguridad que trabajaba conmigo,
me dijo que él estaba haciendo sus rondines esa noche fuera de la habitación.
Me dijo que vio al empleado salió temblando del cuarto diciendo “El sufrimiento
real no se ha conocido” siete veces antes de que le quitara el arma del
guardia, y cometiera suicido.
Lo único que le
pude sacar a Leonard Martín fue una frase de los últimos cuadros, una frase en
Ruso que decía “Las vistas del infierno trae a su audiencia de regreso”.